BEATA SOR Mª CATALINA IRIGOYEN ECHEGARAY
SEMBLANZA DE LA BEATA
SOR Mª CATALINA IRIGOYEN ECHEGARAY
"SOLO SIRVO PARA SERVIR" Es la Consigna de su vida.
Sor María Catalina Irigoyen Echegaray
nace en pleno siglo XIX, en España, en el corazón de Navarra
- Pamplona - el 25 de noviembre de 1848 de
los distinguidos, acomodados y muy
cristianos padres: D. Tiburcio
Irigoyen y Dña. Leonarda Echegaray. Fue la última de
ocho hermanos y gemela del séptimo. Al día siguiente de su
nacimiento recibió el santo Sacramento del Bautismo en la
Parroquia de la Catedral de Pamplona con el nombre de María
Catalina. Fue su madrina de pila Dña. Mercedes Irigoyen,
natural de Errazu.
Igual que una planta nacida en un ambiente religioso y sano,
regenerada con las aguas bautismales, crece y se desarrolla
con normalidad en un proceso ascético-místico; oxigenada
con la recepción de los
Sacramentos, oración y mortificación, se hace en ella cada
vez más consciente y creciente el “Amor de
Dios difundido en su corazón por el Espíritu Santo que le
fue dado” (Rom. 5,5).
De este modo
transcurre su infancia y juventud. Es en esta época cuando
oye la llamada del Señor y aumenta en su corazón el deseo de
ser toda de Dios.
En 1878 solicita la admisión en el Instituto de las Siervas
de María, fundado por Santa María Soledad; mas al enterarse
ésta de que María Catalina tiene familiares enfermos, le
aconseja que primero cuide de los
suyos, si de verdad desea dedicar
su vida al cuidado de los enfermos en sus
domicilios. María Catalina espera, sabe esperar
con paciencia, está pronta a cumplir la voluntad
del Señor.
Solucionada
la situación familiar, María Catalina queda libre y decidida
lo deja todo, respondiendo con valentía dice sí a su Señor.
Ingresó en la Casa de las Siervas de María de Pamplona el 31
de Diciembre de 1881 a la edad de 33 años.
Vistió el santo Hábito en el Noviciado de las Siervas de
María en Madrid el día 12 de Marzo de 1882, aún no estaba
terminado el edificio de la Casa Madre - Madrid. Durante el
Noviciado, se mostró silenciosa, recogida y muy escondida
con Cristo en Dios. Emite su
profesión Temporal el 14 de
Mayo de 1883 y la Profesión Perpetua el 15
de julio de 1889.
Sor Mª Catalina no confía en sus fuerzas, sabe de quien se
fía “sea de mí lo que fuere, mi único ideal es
amar a Dios sin interrupción hasta el fin de mi
existencia”, decía Sor Mª Catalina
Madrid
es el escenario de su vida hasta su muerte. Cristo es el
centro de su ser, desea tener sus mismos sentimientos, obrar
según el querer de Dios. Como planta
transformada en flor, fue esparciendo el
perfume de buenas obras, deshojándose,
desgastándose por el Señor, en el servicio a los enfermos en
sus domicilios, derrochando caridad exquisita, pronta y
alegre, con paciencia, esmero y abnegación. “Con tal
presteza y amabilidad acudía a las peticiones y necesidades
de los enfermos que muchos de ellos la
consideraban como madre amorosa
y muchas familias la reclamaban como
a su enfermera ideal”.”.
Después
de 23 años dedicados al servicio a los enfermos, pasa a
ocuparse de la recogida de donativos para la subsistencia de
la Obra durante 7 años. Al final de su vida se ve reducida a
la más absoluta incapacidad; acepta la voluntad del Padre
que la sujeta a la cruz de la enfermedad para asemejarla a
su Hijo Crucificado. Muere el 10 de octubre de 1918, dejando
tras de sí grande fama de santidad.
Su vida, a
imitación de la Virgen, Sierva del Señor, fue de entrega y
disponibilidad, viviendo las actitudes del Divino Maestro -
Jesús - "El Hijo del Hombre no ha venido a que le sirvan
sino a servir" y Sor Mª Catalina repetía: "Sólo
sirvo para servir”.

(Casa
de la Beata Mª Catalina - Erratzu)
SOR MARIA CATALINA, CAMINO DE LOS ALTARES
Los procesos canónicos de su
fama de santidad, virtudes y milagros, se instruyeron en
Madrid y la causa fue introducida por el Papa Juan XXIII con
Decreto de la Sagrada Congregación de Ritos el 14 de febrero
de 1962.
El 30 de Marzo de 1981, el Papa Juan Pablo II, promulgó
el Decreto de la heroicidad de sus virtudes.
PROCESO
DEL MILAGRO:
El día 9 de Junio de 2006 tuvo lugar la apertura de la
Fase Diocesana del Proceso, sobre el presunto milagro
atribuido a la Venerable Mª Catalina en Santa Cruz de la
Sierra - Bolivia- el Proceso comprendió 25 sesiones en
las que declararon 15 testigos del hecho
considerado milagroso: La curación rápida y sin secuelas
del Dr. Luís Fernando Padilla Gómez quien presentó,
súbitamente, con fecha 24 de octubre de 2004, una
hidrocefalia causada por un hidroma cerebral
que se complicó posteriormente
con una meningitis, anoxia cerebral, hemorragia e
infartos cerebrales, ( D. Luis Fernando Padilla, fallece
el 26 de Septiembre 2007, debido a un infarto cardiaco,
totalmente desligado a la patología de la que fue curado
milagrosamente)
El 20 de Mayo de 2010. Consulta Médica se reconoce
científicamente esta curación.
El 2 de Abril de 2011, el Santo Padre Benedicto XVI,
promulga el Decreto de Milagro que da paso a la
Beatificación de nuestra Venerable Sor Mª Catalina.
Madrid la Capital de España, acogió a las Siervas de
María Ministras de los Enfermos, esparcidas por el mundo el
día 29 de Octubre de 2011, para celebrar el gozo y la
santidad con la proclamación como BEATA a SOR Mª CATALINA,
contemporánea de Santa Mª Soledad Torres Acosta
El Acto estuvo presidido por el Prefecto de la Congregación
para la Causa de los Santo el Cardenal Angelo Amato.
Delegado de SS. Benedicto XVI.
Gozosamente celebraremos su fiesta, fijada en el calendario
de los santos para el día 10 de Octubre.
¡ Dios sea glorificado en la santidad de los hijos de la
Iglesia!
MADRID- La catedral de
Santa María la Real de
la Almudena de Madrid se
vistió de gala el
día 29 de Octubre de
2011 a las 12 horas,
para celebrar la
beatificación de la
Sierva de María Sor
María Catalina Irigoyen
Echegaray, siendo así la
primera celebración de
estas características
que acoge la diócesis de
Madrid y su catedral.
La ceremonia estuvo presidida por el Cardenal Angelo Amato,
prefecto de la
Congregación para la
Causa de los Santos -
Delegado de SS.
Benedicto XVI y
concelebrada por el
cardenal arzobispo de
Madrid, Antonio María
Rouco Varela, el Nuncio
de Su Santidad en
España, Renzo Fratini, y
una veintena de obispos.
En
un templo abarrotado
para la ocasión se
pudieron vivir momentos
muy emotivos. El más
especial se produjo al
terminar de leerse la
carta apostólica en la
que el Papa Benedicto XVI declaraba Beata a
Sor María Catalina; un
repique de campanas y el
aplauso de los fieles
acompañaron el
descubrimiento de una
imagen de la recién
proclamada Beata.
«No se ha acabado el eco
de la Jornada Mundial de
la Juventud. Igual que
todos los peregrinos que
llegaron enraizados y
firmes en la fe, así lo
estuvo también la Beata
Sor María Catalina
durante su vida». Con
estas palabras de afecto
para las religiosa
Siervas de María y con
el recuerdo del viaje
del Papa a Madrid,
comenzó su homilía el
Cardenal Amato.
Ante una nave
central de la
catedral ocupada por
las cerca de 600
Siervas de María
venidas de todo el
mundo, el cardenal
señaló que «nuestra
Beata se hizo como
Jesús, buen
samaritano para
todos los
necesitados, viendo
en ellos el rostro
doliente del
Redentor. Renunció a
su vida y decidió
arrodillarse ante el
dolor humano para
elevarlo hacia
Dios».
Por su parte el cardenal Rouco Varela pronunció unas palabras
al terminar la
ceremonia. «Quiero dar
gracias a Dios por esta
nueva Beata que pasó su
vida dedicada a los
enfermos en una
Congregación tan querida
por todos».
Entre los fieles
presentes en la
Beatificación se
encontraba la mujer
de Luis Fernando
Padilla Gómez, un
médico de La Paz
(Bolivia) al que se
le diagnosticó en
2004 un hidroma
cerebral. Sin
esperanzas de salir
adelante, su familia
se encomendó a Sor
María Catalina. Un mes más
tarde la enfermedad
desaparecía y con ella
todas las secuelas; el
milagro necesario para
la Beatificación se
había producido.
MÁS SOBRE SOR Mª
CATALINA - HOJAS PDF
ORACIÓN PARA OBTENER GRACIAS POR INTERCESIÓN DE LA BEATA
SOR Mª. CATALINA

Señor Jesús, médico de las almas y de los cuerpos que
llamaste a Sor Mª Catalina a consagrarse a ti como Sierva de
María para que entregada al servicio de los enfermos fuera
para ellos, presencia de tu amor que fortalece y sana.
Concédenos esa unión
contigo que llenó y movió toda su vida y alcánzanos por su
intercesión la gracia que hoy te pedimos para tu mayor
gloria. Amén
Para envío de
relaciones de gracias, dirigirse a un convento de las
RR. Siervas de María Ministras de los Enfermos o a la
siguiente dirección:
Curia General
Serve di Maria
Via Antonio Musa, 16
00161 ROMA - ITALIA
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